Jorge L. Alonso
Desde su fundación hace 3000 años por los fenicios, la ciudad de Cádiz ha vivido mirando al mar. La pesca y el comercio marítimo han sido las principales actividades de los gaditanos desde siempre. La situación estratégica de la urbe la sitúo entre las ciudades más importantes de la Hispania romana, llegando a ser la segunda ciudad más poblada de todo el Imperio. Con la caída de la civilización romana vivió Cádiz un periodo de decadencia, que se prolongó hasta el descubrimiento de América. El comercio con el nuevo mundo devolvió a Cádiz el esplendor que había gozado en la antigüedad. Esplendor que alcanzó su punto álgido a finales del siglo XVII y, sobre todo, durante el siglo XVIII, cuando Felipe V trasladó a la ciudad gaditana el monopolio del comercio con América.
Desde su fundación hace 3000 años por los fenicios, la ciudad de Cádiz ha vivido mirando al mar. La pesca y el comercio marítimo han sido las principales actividades de los gaditanos desde siempre. La situación estratégica de la urbe la sitúo entre las ciudades más importantes de la Hispania romana, llegando a ser la segunda ciudad más poblada de todo el Imperio. Con la caída de la civilización romana vivió Cádiz un periodo de decadencia, que se prolongó hasta el descubrimiento de América. El comercio con el nuevo mundo devolvió a Cádiz el esplendor que había gozado en la antigüedad. Esplendor que alcanzó su punto álgido a finales del siglo XVII y, sobre todo, durante el siglo XVIII, cuando Felipe V trasladó a la ciudad gaditana el monopolio del comercio con América.
Vista de Cádiz desde lo alto de la Torre Tavira |
Se aprecian cuatro tipos de torres miradores: las
torres de terraza, las torres de sillón, las torres de garita y las torres
mixtas, que mezcla elementos de las torres de sillón y de garita.
Las
torres de terraza
Este tipo de torres se
caracterizan por ser de planta cuadrada o rectangular y por su azotea plana. La
torre-vigía más importante de Cádiz pertenece a este estilo: la torre Tavira.
Situada en el punto más alto de la ciudad, esta torre se eleva 45,53 metros por
encima del nivel del mar. Su magnífica altura le valió para ser nombrada en
1778 torre mirador oficial del puerto gaditano. Perdida su función de vigía, la
Torre Tavira acoge actualmente una cámara oscura, que a través de un sistema de
espejos permite una magnífica visión de todo Cádiz, y desde su azotea, se
permite una de las vistas más bellas de la ciudad de Cádiz.
La Torre Tavira, que recibe su nombre de su primer vigía: Antonio Tavira Fuente: laciudad.cadiz.es |
Las
torres de sillón
Este tipo de torres
presentan una planta similar a las anteriores, pero en su azotea se levante un
último cuerpo que suele ocupar, más o menos, la mitad del espacio, permitiendo
así una mayor altura sin añadir demasiado peso a la estructura.
Torres de sillón en la gaditana calle Libertad, junto al mercado de abastos |
Las
torres de garita
Las torres de garita
son las más habituales en el cielo gaditano. Presentan la misma planta que las
dos anteriores, pero se caracteriza porque en la azotea se levanta una garita,
un pequeño cuerpo poligonal normalmente acabado en una cúpula, pero que también
puede tener una finalización cuadrada. Estas garitas permitían a los vigías
resguardarse en los días de lluvia, mientras observaban la llegada de los
barcos a través de pequeños óculos en la gaita, en los cuales se insertaba el
catalejo.
Torre en cuya garita se puede apreciar perfectamente los óculos |
Las torres mixtas
Este tipo de torres
suponen una mezcla de los dos estilos anteriores: el tipo de sillón y la
garita. Es decir, en lo alto de la azotea se levanta un cuerpo suplementario y,
sobre éste, una garita. Sólo se conserva una torre de este tipo, en el número
12 de la calle José del Toro, en pleno centro gaditano.
La
Bella escondida, una torre muy particular
Precisamente en la
misma calle José del Toro se levanta una torre muy particular dentro del
conjunto de atalayas gaditanas. Se trata de una torre que ha pasado a la
historia con el sugerente nombre de la Bella Escondida, pues es imposible
vislumbrarla desde la calle, sólo se hace visible desde lo alto de una torre o
azotea. Esta torre ha pasado a formar parte del imaginario colectivo gaditano,
dando incluso nombre a una agrupación del carnaval de Cádiz en 2006.
La Bella Escondida Fuente: http://blogs.grupojoly.com (foto de Fernando Santiago) |
Lo que diferencia a
este torre del resto de torres-vigías gaditanas es su forma, pues presenta una
planta octogonal y una decoración cromática muy particular, además de pilastras
y columnas de adornos. Pero no es esto lo único que le diferencia del restos de
atalayas. Según el actual dueño del edificio donde se levanta esta torre, en el
número 13 de José del Toro, el sevillano Manuel Morales de Jodar. Esta torre no
nació con el propósito de vigilar el tráfico marítimo del puerto de Cádiz, sino
para ser observada por la hija de su dueño y que le diera fuerzas en su
reclusión en un convento cercano.
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