jueves, 31 de octubre de 2013

El abandono de la Torre de la Plata [Artículo de Opinión]

Sevilla es una ciudad maravillosa. Una delicia  para todo aquel aficionado a la historia y al arte. Conserva la ciudad hispalense un patrimonio histórico y artístico digno de admirar. La majestuosa Giralda que se alza al cielo sevillano sobre la mayor catedral gótica del mundo, la belleza de los Reales Alcázares o la sobrecogedora estampa de la Torre del Oro junto al río Guadalquivir. Este maravilloso panorama contrasta con el abandono que sufren otras construcciones de la ciudad hispalense, como la Torre de la Plata, una construcción almohade del siglo XIII que formaba parte de la antigua muralla para la defensa de la ciudad. La Torre está localizada en la calle Santander, en pleno centro y justo al lado de la Torre del Oro, a la que estaba unida, y está calificada como Bien de Interés Cultural (BIC) por la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía. 



La Torre de la Plata pasó inadvertida durante siglos por los edificios que habían ido construyendo a su alrededor y presentaba un estado de total abandono en los años 80’.  Por suerte, el Ayuntamiento decidió intervenir y restaurar la Torre a principios de la década de 1990. Sin embargo, no se hizo nada más. Ni se realizó la exposición permanente que se dijo que se haría, ni se ha abierto en  ningún momento al público. Son 20 años de dejadez por parte de la administración. 20 años en los que ni los sevillanos, ni los turistas han podido conocer la tercera Torre más importante de Sevilla. 20 años sin más visita que la de los dueños de los coches aparcados en el parking aledaño. Ni siquiera aparece recogida en los folletos y mapas que reparten en la Oficina de Turismo de la ciudad. ¿Por qué tanta desidia por parte de la administración? ¿Acaso no es bueno para una ciudad que cuenta con un importante tirón turístico que se cuide su patrimonio histórico y cultural? 

Parece que ahora va tomando forma la idea de recuperar la zona al público. Se ha planteado la construcción de lo que se ha llamado “museo de las tradiciones de Sevilla”, idea que no convence a nadie. Por lo menos a mí no. Tampoco a varios arquitectos de la ciudad, que ya han puesto el grito en el cielo, pues consideran que este proyecto sólo es un “tablao flamenco” o una “sala rociera” disfrazado de equipamiento público. Para ellos, la nueva construcción supondría romper la estética del entorno de la casa de la moneda. A su vez, supondría la destrucción de dos paños de la muralla almohade que unía la Torre de la Plata con la Torre del Oro y una pileta del siglo XVII y parte de la muralla quedaría ocultada por el nuevo edificio.

Mientras se proyecta todo esto, la Torre de la Plata sigue cerrada el público, sin albergar ninguna exposición, sin mostrarse el esplendor que encierra. Por el bien de Sevilla, ojalá la Torre se abra al fin al público Y lo mismo se debería plantear con otros edificios históricos abandonados como la antigua Fábrica de Artillería, el Jardín Americano, la iglesia del Hospital de San Lázaro, etc. Sevilla es maravillosa, pero podría serlo aún más. 

Jorge L. Alonso