domingo, 27 de octubre de 2013

Ampliemos la “Fiesta del Cine” [Artículo de Opinión]

Jesús Rengel Ortiz - Sevilla























Muchos creo que ya hemos llegado a la conclusión de que el cine es caro, parece que todos estamos de acuerdo y es un pensamiento confirmado en muchas de las personas, aficionadas y no tanto, sin distinción de edades, que antes llenaban las salas de cine. ¿Dónde están éstas? Preguntarán desde las taquillas los vendedores de las entradas. Cada vez reciben a un público menos numeroso y ésta es la mayor realidad. El cine ha dejado de ser un lugar al que se asista con asiduidad. De hecho, hoy en día se podría decir que es incluso inusual cuando se nos presenta una película a la que no podemos resistirnos, un día con suerte en el que la cartera no está tan vacía, y unas ganas fuera de lo común de movernos del sofá. Aunque es cierto que todavía queda algún que otro amante del largometraje que no tiene duda alguna en elegir una sala de cine como lugar idóneo para ver películas, pero hasta éste está harto.

El problema del problema, valga la redundancia, es que parece ser que la reacción para solventarlo se hace bastante esperar. El cine necesita resurgir, volver a sentir que sigue siendo el arte más popular y edificante, por lo que para ello hay que hacer algo. El hecho es que no hay menos demanda de películas, sino que los cambios han sido producidos en los hábitos de consumo de los clientes, por lo que la esperanza comienza ahí. El público sigue queriendo al cine, pero no tanto como antes, y cada vez menos, pero está visto que no se trata de un “no se quiere”, sino de un “no se puede”.



Iniciativas como la celebración de la quinta edición de la Fiesta del Cine han demostrado todo esto, las ganas de la gente de ver cine, de ir y hasta ver más de una película aprovechando que el precio de dos equivale a lo que normalmente cuesta ver solo una. Este proyecto, celebrado en tres días en los que prácticamente ha arrasado y se ha logrado un éxito aplastante, con cerca de medio millón de espectadores, ha subido un total de un 663% que en los tres mismos días de la semana anterior, dejando claro así cuál podría ser el principal motivo del estado actual de las salas de cine en una semana sin ningún tipo de descuento (añadiendo el precio del IVA, además).

Estos hechos tienen que abrir los ojos de los verdaderos empresarios y jefes de lo que ellos llamaría como su “negocio”. No sé si están al tanto de la crisis que azota al país, pero está claro que los distribuidores que han considerado dar un paso adelante y llevar a cabo estas ideas tienen todos mis respetos por soportar la presión del mercado y sus cambios. Algo que el resto de personas agradecemos, pero no es suficiente.

Quizás haya llegado el momento de que esos mismos distribuidores tomen un acuerdo definitivo pensando en la audiencia, además de en ellos mismos, y establezcan unos precios más asequibles, no sólo en eventos poco comunes como La Fiesta del Cine, que máximo dura tres días al año, para los espectadores que deseen ver sus películas preferidas donde verdaderamente se disfruta de esta pasión.