Interior del Anfiteatro donde se halla el subsuelo utilizado como foso para gladiadores y fieras
Foto: Jesús Rengel
El pasado sábado tuve el placer de disfrutar de uno de los Centros de Arqueología más importantes de Andalucía. La ciudad de Itálica, situada concretamente en Santiponce, a unos 7 km de Sevilla, contiene un yacimiento arqueológico de primer orden dado su destacado papel en el proceso de romanización del territorio andaluz, ya que fue el primer asentamiento permanente de los romanos al Sur de la península, y una de las principales cunas de las familias de los emperadores Trajano, nacido en la propia Itálica en el año 53, y de su sucesor Adriano.
La ciudad ha sido cuna de dos emperadores como Trajano y Adriano, y punto de origen de multitud de senadores de la época
Pese a ello, hoy en día Itálica representa en su mayor
esplendor las características esenciales de una urbe romana, totalmente visible
en el trazado de sus calles, edificios públicos, semipúblicos y privados, todos
ellos formando a la vez un entorno paisajístico de gran calidad. Todo ello ha
sido beneficiado por la recuperación arqueológica de la ciudad, ya que estamos
ante un yacimiento que aún no ha agotado su investigación, y que de hecho
contiene, según los propios arqueólogos, numerosos recursos que descubrir.
Hay que destacar que el área visitable de la ciudad incluye
una parte situada en el casco urbano de Santiponce, donde se encuentran el
Teatro Romano, visible desde un mirador situado en la parte alta del edificio, con un aforo aproximado de 3.000 espectadores, y donde se lleva a cabo actualmente el Festival Internacional de Danza; y las Termas Menores, aunque el
itinerario principal realiza un recorrido por lo que se denomina como la “Nova
Urbs”, barrio construido por el emperador Adriano en el primer tercio del siglo
II, el cual se ha visto protegido por la creación de un parque moderno cercano
que, además de mejorar el paisaje, ha servido como protección para las
excavaciones arqueológicas.
Itinerario del yacimiento Arqueológico
Antes de iniciar el itinerario marcado, consulté la sala audiovisual, donde mediante vídeos y un libro de consultas sobre la ciudad pude adquirir una gran parte de la información que estaba a punto de visitar.
El recorrido se centra por las calles de gran anchura y
aceras porticadas. Aún hoy se puede ver el enlosado y los bordillos, de la
misma forma que los cimientos de los pilares pórticos. El trazado del viario es
ortogonal, con calles cortadas perpendicularmente que forman manzanas
rectangulares de tamaños diversos. En éstas se encuentran una serie de casas
residenciales donde se pueden apreciar los mosaicos, cuyos motivos o
repertorios decorativos han sido los que le han dado nombre a la mayoría de los
edificios visitables. Este trayecto sigue la estela del programa impuesto por
el emperador Adriano, que dotó a la ciudad de un gran servicio de
abastecimiento de agua y un conjunto de cloacas, para que de esa forma, el agua
llegara a través un acueducto de cisternas, y desde ellas se llenaban las
fuentes públicas y los edificios principales, gracias a la ayuda también de una
red de tuberías visible.
Imagen del Mosaico de Neptuno
Foto: Jesús Rengel
El urbanismo italicense está formando a la misma vez por
edificios públicos y semipúblicos, y de unas viviendas de carácter residencial
donde habitaban las élites tanto políticas como económicas, siendo el resto de
la ciudad la ocupación principal de las casas restantes. La arquitectura
adquiere de esta forma un carácter monumental, donde los principales edificios
eran los que se dedicaban a los espectáculos públicos, como el Anfiteatro y el
Teatro, o bien aquellos que se levantaron como baños públicos y que están
parcialmente excavados, como las Termas Menores y Mayores. El Traianeum o templo dedicado al emperador
Trajano destaca en medio de una gran plaza porticada. Al contrario, el espacio
dedicado al Foro se conoce de forma más fragmentaria al estar localizado en el
subsuelo del casco urbano de Santiponce, siendo el eje de la vida civil y
religiosa de la urbe romana.
La Casa de los Pájaros, junto con la Casa del Patio Rodio,
la del Planetario, de la Exedra y el mosaico de Neptuno formaban un conjunto de
edificios de distinto carácter y uso que completan el resto de la ciudad, todos
a su vez situados posteriormente a las murallas que habilitan el paso a los
restos de los yacimientos arqueológicos. La casa de los Pájaros era un edificio
residencial, con una triple entrada y un pequeño muro donde se abren tres
huecos de acceso al vestíbulo y a un patio de grandes dimensiones, y donde
destaca uno de los mosaicos más importante del recinto y que representa a más
de treinta aves, junto con el de los siete planetas de la Casa del Planetario.
Los edificios semipúblicos estaban proyectados para el disfrute de ciertos
sectores privilegiados de la población, y correspondían al edificio de la
Exedra como el mosaico de Neptuno.
El anfiteatro era, junto con el Teatro romano, el edificio
clave para los espectáculos públicos y es actualmente el gran cierre de la
visita de la ciudad. Se sitúa entre los mayores del Imperio, con un aforo de
25.000 espectadores y destacando por su planta ovalada, siendo una distribución
parecida a una plaza de toros, y disponiendo de una superficie considerable
para la celebración de espectáculos, contando con una fosa subterránea que era
destinada a albergar a los animales y enseres necesarios para el desarrollo de
los juegos.
En 2012 se cumplieron cien años desde que fuera declarado Monumento Nacional
Imagen de las ruinas de la Casa del Patio Rodio y a lo lejos la estatua del emperador Trajano
Foto: Jesús Rengel
A su vez, este Centro Arqueológico es también una
institución cultural, que abierta a las visitas públicas y sin ningún tipo de
coste para los ciudadanos españoles (sí para los extranjeros, algo que me llamó mucho la atención), ayuda a que éstos se doten del
conocimiento de las estructuras sociales, políticas y económicas que la
impulsaron, junto con transmitir hacia éstos mismos que la visitan un conjunto
de valores que les beneficien para dotarse de conocimientos arqueológicos y
culturales. Precisamente el año pasado cumplió un centenar de años desde que fuera declarado en 1912 como Monumento Nacional. Un lugar sin duda alguna para visitar.
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