domingo, 17 de noviembre de 2013

Un paseo por Itálica [Reportaje]

Jesús Rengel Ortiz - Sevilla







   Interior del Anfiteatro donde se halla el subsuelo utilizado como foso para gladiadores y fieras
                                                                                                                            Foto: Jesús Rengel

El pasado sábado tuve el placer de disfrutar de uno de los Centros de Arqueología más importantes de Andalucía. La ciudad de Itálica, situada concretamente en Santiponce, a unos 7 km de Sevilla, contiene un yacimiento arqueológico de primer orden dado su destacado papel en el proceso de romanización del territorio andaluz, ya que fue el primer asentamiento permanente de los romanos al Sur de la península, y una de las principales cunas de las familias de los emperadores Trajano, nacido en la propia Itálica en el año 53, y de su sucesor Adriano.

Esta ciudad romana tiene sus antecedentes en el año 206 a.C., cuando el general Publio Cornélio Escipion establece en un núcleo turdetano a los soldados heridos en la batalla de Illipa (Alcalá del Río), recién librada contra el ejército cartaginés. Quedó consolidado de esta forma un puesto militar que luego sería vital para la ocupación de un territorio en la ribera del Guadalquivir. Sin embargo, el impulso que recibió la ciudad en la época de Trajano y Adriano se desvaneció rápidamente al tratarse de un proyecto alejado de las posibilidades reales de la ciudad y por causa de las circunstancias políticas y económicas de aquel momento. Este declive quedó en evidencia con el abandono y la progresiva reducción de sus servicios y la pérdida de funcionalidad de sus espacios más emblemáticos.

La ciudad ha sido cuna de dos emperadores como Trajano y Adriano, y punto de origen de multitud de senadores de la época

Pese a ello, hoy en día Itálica representa en su mayor esplendor las características esenciales de una urbe romana, totalmente visible en el trazado de sus calles, edificios públicos, semipúblicos y privados, todos ellos formando a la vez un entorno paisajístico de gran calidad. Todo ello ha sido beneficiado por la recuperación arqueológica de la ciudad, ya que estamos ante un yacimiento que aún no ha agotado su investigación, y que de hecho contiene, según los propios arqueólogos, numerosos recursos que descubrir.

Hay que destacar que el área visitable de la ciudad incluye una parte situada en el casco urbano de Santiponce, donde se encuentran el Teatro Romano, visible desde un mirador situado en la parte alta del edificio, con un aforo aproximado de 3.000 espectadores, y donde se lleva a cabo actualmente el Festival Internacional de Danza; y las Termas Menores, aunque el itinerario principal realiza un recorrido por lo que se denomina como la “Nova Urbs”, barrio construido por el emperador Adriano en el primer tercio del siglo II, el cual se ha visto protegido por la creación de un parque moderno cercano que, además de mejorar el paisaje, ha servido como protección para las excavaciones arqueológicas.

Itinerario del yacimiento Arqueológico

Antes de iniciar el itinerario marcado, consulté la sala audiovisual, donde mediante vídeos y un libro de consultas sobre la ciudad pude adquirir una gran parte de la información que estaba a punto de visitar.
 El recorrido se centra por las calles de gran anchura y aceras porticadas. Aún hoy se puede ver el enlosado y los bordillos, de la misma forma que los cimientos de los pilares pórticos. El trazado del viario es ortogonal, con calles cortadas perpendicularmente que forman manzanas rectangulares de tamaños diversos. En éstas se encuentran una serie de casas residenciales donde se pueden apreciar los mosaicos, cuyos motivos o repertorios decorativos han sido los que le han dado nombre a la mayoría de los edificios visitables. Este trayecto sigue la estela del programa impuesto por el emperador Adriano, que dotó a la ciudad de un gran servicio de abastecimiento de agua y un conjunto de cloacas, para que de esa forma, el agua llegara a través un acueducto de cisternas, y desde ellas se llenaban las fuentes públicas y los edificios principales, gracias a la ayuda también de una red de tuberías visible.



                                                      Imagen del Mosaico de Neptuno
                                                                                                                             Foto: Jesús Rengel

El urbanismo italicense está formando a la misma vez por edificios públicos y semipúblicos, y de unas viviendas de carácter residencial donde habitaban las élites tanto políticas como económicas, siendo el resto de la ciudad la ocupación principal de las casas restantes. La arquitectura adquiere de esta forma un carácter monumental, donde los principales edificios eran los que se dedicaban a los espectáculos públicos, como el Anfiteatro y el Teatro, o bien aquellos que se levantaron como baños públicos y que están parcialmente excavados, como las Termas Menores y Mayores. El Traianeum o templo dedicado al emperador Trajano destaca en medio de una gran plaza porticada. Al contrario, el espacio dedicado al Foro se conoce de forma más fragmentaria al estar localizado en el subsuelo del casco urbano de Santiponce, siendo el eje de la vida civil y religiosa de la urbe romana.

La Casa de los Pájaros, junto con la Casa del Patio Rodio, la del Planetario, de la Exedra y el mosaico de Neptuno formaban un conjunto de edificios de distinto carácter y uso que completan el resto de la ciudad, todos a su vez situados posteriormente a las murallas que habilitan el paso a los restos de los yacimientos arqueológicos. La casa de los Pájaros era un edificio residencial, con una triple entrada y un pequeño muro donde se abren tres huecos de acceso al vestíbulo y a un patio de grandes dimensiones, y donde destaca uno de los mosaicos más importante del recinto y que representa a más de treinta aves, junto con el de los siete planetas de la Casa del Planetario. Los edificios semipúblicos estaban proyectados para el disfrute de ciertos sectores privilegiados de la población, y correspondían al edificio de la Exedra como el mosaico de Neptuno.

El anfiteatro era, junto con el Teatro romano, el edificio clave para los espectáculos públicos y es actualmente el gran cierre de la visita de la ciudad. Se sitúa entre los mayores del Imperio, con un aforo de 25.000 espectadores y destacando por su planta ovalada, siendo una distribución parecida a una plaza de toros, y disponiendo de una superficie considerable para la celebración de espectáculos, contando con una fosa subterránea que era destinada a albergar a los animales y enseres necesarios para el desarrollo de los juegos.

En 2012 se cumplieron cien años desde que fuera declarado Monumento Nacional


     Imagen de las ruinas de la Casa del Patio Rodio y a lo lejos la estatua del emperador Trajano
                                                                                                                            Foto: Jesús Rengel

A su vez, este Centro Arqueológico es también una institución cultural, que abierta a las visitas públicas y sin ningún tipo de coste para los ciudadanos españoles (sí para los extranjeros, algo que me llamó mucho la atención), ayuda a que éstos se doten del conocimiento de las estructuras sociales, políticas y económicas que la impulsaron, junto con transmitir hacia éstos mismos que la visitan un conjunto de valores que les beneficien para dotarse de conocimientos arqueológicos y culturales. Precisamente el año pasado cumplió un centenar de años desde que fuera declarado en 1912 como Monumento Nacional. Un lugar sin duda alguna para visitar.


No hay comentarios:

Publicar un comentario