sábado, 28 de diciembre de 2013

La Sevilla almohade

En 1147 Sevilla fue tomada por los almohades, imperio islámico procedente del Magreb. El paso de los almohades por Sevilla va a marcar un antes y un después para la urbe y va a conferir de un nuevo aspecto a la ciudad, pese que su dominio sobre Sevilla fue de menos de un siglo, un periodo histórico relativamente corto. Isbilia, nombre arabizado de Sevilla, fue nombrada capital de los territorios conquistados por los almohades en Al-Andalus, conociendo la ciudad una etapa de enorme esplendor urbano. Los almohades dejaron un importante legado arquitectónico a Sevilla, preservándose algunos edificios emblemáticos.

La Giralda desde el Patio de los Naranjos

Posiblemente la construcción más conocida sea la Giralda. Levantada como alminar de la antigua mezquita mayor a finales del siglo XII, es la única edificación almohade que ha pervivido del antiguo templo junto con el patio de los naranjos. La Giralda sobrevivió al ser  reconvertida en campanario en época cristiana. El actual remate de la torre y el giraldillo que la preside son del siglo XVI. Los dos primeros tercios de la torre son los vestigios almohades de la Giralda, reconocibles por su decoración exterior con arcos polibulados y paños de sebka. La Giralda se levanta 98,5 metros sobre el nivel del suelo (104 contando con el girladillo) y fue nombrada patrimonio de la humanidad en el año 1987.

Los almohades también reforzaron las murallas existentes en la ciudad, de la época inmediatamente anterior, la almorávide. A lo largo de todo el cerco que los almohades levantaron alrededor de la ciudad, se erigieron diferentes torres para reforzar la función defensiva de la muralla. La más conocida es la Torre del Oro, que se levanta justo al lado del río Guadalquivir. Esta torre, construida entre 1220 y 1221, presenta una planta dodecagonal y sólo su primer cuerpo es de época almohade, el resto pertenece a modificaciones posteriores.

La Torre del Oro
Bastante cerca de esta torre, en la céntrica calle Santander, se levanta la Torre de la Plata, de laque ya hemos hablado en este blog. A pesar de su antigüedad y su valor histórico, esta edificación almohade es la gran desconocida del patrimonio sevillano. Estas de torres estuvieron unidas en su tiempo por la muralla defensiva. Aunque este lienzo se ha perdido, si han pervivido varios vestigios de lo que fueron los murallas almohades. Por ejemplo, en el barrio de la Macarena. En este tramo de la muralla, entre el arco de la Macarena y la Puerta de Córdoba, se encuentra otra torre cuya función era servir a la defensa de Sevilla: la Torre Blanca.

Pequeño paño de la muralla almohade en los Jardines del Valle
Otro pequeño paño de la muralla se conserva en el centro, protegiendo el acceso a los Reales Alcázares. Este edificio fue levantado en época islámica, aunque sufrió numerosas remodelaciones en tiempos posteriores. El Alcázar ha sido utilizado, y sigue siéndolo, como residencia oficial de la Casa Real Española en Sevilla, por lo que a lo largo de los siglos los reyes cristianos han ido dejando su legado en los Alcázares. Hoy en día, buena parte de los edificios primitivos construidos por los árabes se han perdido, aunque si se han conservado algunos.

De época almohade se conservan, principalmente, dos patios: el patio del Yeso y el patio del Crucero. Al patio del Yeso se accede actualmente a través de la Sala de la Justicia (construida por Pedro I), aunque una cordón impide el paso. Este pequeño patio rectangular presenta una alberca en el centro y un precioso pórtico almohade, con un arco central y otros tres pequeños a cada lado.

Patio del Yeso, en el interior de los Reales Alcázares
Otra construcción almohade de Sevilla es la de los jardines de la Buhaira y el palacio almohade conocido con el mismo nombre y que fue mandado a construir por el califa califa Abu Ya Qub Yusufen 1171 en lo que en aquella época era la zona de extramuros de la ciudad (actualmente los jardines se encuentran entre el barrio de San Bernardo y el de Nervión). Actualmente, el palacio de la Buharia es un centro cívico.

Jorge L. Alonso

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